John O'Donohoe
Estoy convencida que la felicidad genuina, ese estado natural de contentamiento, de ser feliz porqué sí, porqué estamos vivos, hay que cultivarlo todos los días y el secreto según mi experiencia es conocernos.
La plenitud no es un lugar al que llegar.
La plenitud está en el propio camino, al detenernos, observarnos y conocernos.
Nos valemos para ello: del movimiento consciente para entender lo que el cuerpo nos dice, de la observación de la mente para cuidar el mundo interno, guiándonos por una mirada amable y compasiva que nos recuerde que en la vida todos somos aprendices.
Confucio